lunes, 25 de febrero de 2013

Un nuevo territorio psicológico

 

     Cuando pensamos en la metáfora de que el tratamiento con EMDR es como un viaje en tren, el Pensamiento Positivo es como un imán que mueve el tren hacia delante. Al principio el paciente sólo ve "un trecho corto por la vía". Los Pensamientos Positivos contienen limitaciones que son superadas durante la sesión. En estos casos, al final del viaje, el paciente puede identificar muchos pensamientos positivos, que previamente estuvieron fuera de su alcance.

Volviendo a la metáfora del viaje en tren, se puede ver una simetría entre clarificar el pensamiento negativo al comienzo del viaje y descubrir múltiples pensamientos positivos al final. 

El paciente puede decir: "Fallé en todo, nadie me quiere, no sé cómo relacionarme con la gente, nunca voy a tener buenos amigos, no me sé desenvolver, etc." antes de llegar a la creencia que siente como profundamente negativa..., por ejemplo "Yo no sirvo".

Esta Creencia Negativa es como el andén para abordar el tren y el viaje puede empezar. A su vez, la Creencia Positiva es el andén sobre el cual desembarca de su viaje. Reconoce que ha llegado y dice: "Hago las cosas lo suficientemente bien"  o quizás "Soy una buena persona con muchas cualidades maravillosas". El paciente se ha instalado en su nuevo territorio psicológico.

Ejemplo de un caso...

Mujer de 48 años, maltratada física y psicológicamente por su marido. 

Al principio del viaje sus pensamientos eran:

"No sirvo para nada" ..."No soy una persona valiosa"

Al final del viaje con EMDR sus pensamientos eran:

"Soy verdaderamente fuerte"... "Merezco cosas buenas"..."Estoy decidida a aprender y hacerme valer"..."Ahora me quiero"...

Definitivamente, EMDR es un medio seguro y eficaz para viajar de un lugar de falsedad perturbadora a un pacífico lugar de verdades.

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